Apenas las palabras se pueden acercar o atreverse a definir un sentimiento, un momento, pero ayudan.
La pasada luna llena fue una noche con duende, la naturaleza estuvo presente hasta en la elaboración de las máscaras y antifaces que dieron la chispa para encender la noche.Las mágicas melodías improvisadas, volaban en el aire de La Huerta Sonora, era como el fluir del agua.
Rebosó el ritmo desde que comenzó la noche con el baile que abrió el Carnaval. Más de uno tiró los zapatos para sentir la tierra y batirla con los pies al son de la samba. La energía fué ascendiendo con el espectáculo en directo, donde las melodías con corazón y las letras llenas de sabiduría de ClaudioH, invitaron a la bohemia a formar parte de la noche.
Grandes músicos y mejores personas se dieron encuentro en una jam plena de color, calidez y calidad. Un auténtico placer haberlos tenido entre nosotr@s. Y el público, la parte receptiva, estuvo conectada en todo momento a la condición de los artistas, dando fruto a una increible noche y a un tremendo amanecer.
En este primer Carnaval de Verano no hubo más silencio que el espacio entre nota y nota.